Hoy en día las redes sociales se han convertido en una herramienta de venta. Nos permiten interactuar con los clientes y potenciales clientes para motivar un proceso de compra.
No se trata de presionar para que nos compren, sino de generar una relación de confianza con nuestro público objetivo.
Es importante saber que elegimos las redes sociales donde encontremos a nuestro público objetivo.
También tenemos que tener en cuenta que las redes sociales actúan como carta de presentación. Por eso, debemos de cuidar las imágenes, las descripciones, la personalización de los enlaces y completar el mayor número de campos posibles.
Todo este trabajo no sirve de nada si no hacemos que nos conozcan. Debemos de ser activos, teniendo en cuenta cómo funciona cada red social. Monitorizar las conversaciones de nuestros potenciales clientes también nos servirá para conocer sus necesidades y problemas.
Finalmente, y muy importante, se deben de medir los resultados o el retorno de inversión para saber en qué aspectos hace falta una mejoría y que otros se deben de continuar potenciando.